miércoles, 12 de junio de 2013

EGIDIO ALTAMIRANO







Foto: The Clinic.
 
El 21 de abril dejó este mundo don Egidio Altamirano.
Lo vi muchas veces cantando y tocando su acordeón en el bar "Las Tejas" (Ex-Teatro Roma) de la calle San Diego, en el centro de Santiago.
Esta leyenda de la cueca brava era un verdadero "Wurlitzer" que andaba de mesa en mesa ofreciendo su música y la canción que alguien le solicitara. 
Hace años, en la noche y no recuerdo el motivo de porqué estaba en ese lugar, le pedí "por una cabeza" y me dijo: ¡Ah, le gustan los pingos! ¡pero esta es mejor! y comenzó con una torrencial versión de "cambalache": el mundo fue y será una porquería ya lo se...
Hace unas semanas, con mi socio Cubillos, almorzando unos porotos con cuero de chancho en ese lugar, le preguntamos a "don Abel" uno de los garzones mas antiguos de "Las Tejas" por el fallecimiento de don Egidio:
¡Si, nosotros fuimos al funeral, estuvo bien bonito, le cantaron cuecas! Nos dijo.
Ese día acompañé mi plato con una pituca, a la salud de esa leyenda del folclore urbano.

Siga cantando maestro, con el alma, donde se encuentre.
 
Aquí un vídeo de Egidio Altamirano en Las Tejas, cantando "los sabanales".