martes, 17 de febrero de 2015

ESTUPIDEZ MADE IN $HILE



Sucedió el 2 de febrero en un programa de Radio Cooperativa.
Los protagonistas: Cecilia Rovaretti y Mauricio Jürgensen. Se trataba de que este último le presentaba a la primera, canciones de músicos independientes que en su opinión eran lo más destacado del año 2014.
Independiente de los gustos de Jürgensen, la actitud de la Rovaretti se salió de madres. Alcancé a ver el video de Youtube que hace un par de semanas los pillos de la emisora ordenaron bajar por temor a que fuera aún más viralizado o "retuiteado". Pero ya era tarde, el repudio en las redes sociales hacia la mujer que ninguneó a los músicos que fueron presentados en esa emisión, fue total.
Lo que pasó no es extraño. Vivimos rodeados de "rostros" sonriendo amigablemente: los de la televisión, los de las radios, los de la farándula o algunas mierdecillas que se inventan algún cuento por Facebook. La verdadera cara de la mayoría de ellos es la prepotencia y la ignorancia, la misma que aquel día demostró Cecilia Rovaretti con su mala fe.
Una vergüenza -ajena por cierto- su frase "¿quien los conoce?".

Pasaron 15 días de lo sucedido y este asunto dejó ronchas. Los comentarios de la red social apuntan a la ignorancia transversal y al acomodo de los medios por "vendernos" lo que se supone está de moda o aún más "lo que se debe escuchar".
Luego, otros musiquillos chilenos, dando un notable ejemplo de pedantería, comenzaron a encontrar "malo" el trabajo de esos mismos artistas que ningunearon en Radio Cooperativa. Encontrar "malo" el trabajo de un colega no es lo mismo que decir "no me gusta". La música como experiencia subjetiva no tiene por que gustarle a todo el mundo. Tarados.

Después de esto, reafirmo mi sentir respecto a un país lleno de "sabelotodos". Un país lleno de imitadores haciendo filas en la TV para demostrar que tienen voz para imitar pero no para tener una identidad. Un país lleno de trovadorcillos auspiciados, con un talento experto en picar la cebolla más fina y cantar llorando. Un país con lumbreras que ganan o son nominadas al grammy pero no porque sus discos sean realmente buenos, si no porque los produce tal o cual tipo que tiene vínculos en el negocio en Los Angeles o Miami. 

Para mi las nuevas promesas de la música chilena, esas mismas financiadas por empresas de telefonía o centros comerciales y en general que son parte del negocio no representan ningún tipo de novedad y menos un aporte a la música. Es decir, la misma gente que le gusta tanto a la Rovaretti, para gente como yo, no significa algo digno de dedicarle tiempo. Pero ella como Periodista debe omitir su opinión -personal-, pues a nadie le interesa y no le pagan para eso. En vez de "chaquetear", un profesional - en este contexto- debe reconocer y dar a conocer el aporte de la gente que está haciendo música desde una u otra plataforma.
Sin duda, dejó -y deja- en evidencia su deformación profesional y que también, recibe parte de la payola que pagan los garcías, los sternes, los gepes, las Valenzuelas por ser difundidos.
¿Sabrá como se hace una grabación independiente? ¿conocerá los rigores de este asunto? 
Obviamente, no.

Mal por nosotros que tengamos gente así en los medios pues nos hace ver mas ignorantes de lo que somos. 
Un pueblo sin sustento cultural.

domingo, 1 de febrero de 2015

CICATRICES Y PERLAS. PERLAS Y CICATRICES. PEDRO LEMEBEL.




El día 3 de octubre de 2005 fallece Eric Maluenda. Uno de los integrantes históricos y más populares del grupo Illapu. En ese contexto el día de su velatorio, aparece Pedro Lemebel en la pantalla de la caja idiota declarando esta certera frase: "Es lamentable como la izquierda se nos muere joven mientras que la derecha se nos pudre viva". Y claro, el mismo año y seis meses antes, había fallecido Gladys Marín, su gran amiga. La frase entonces, sintetizaba la pérdida e inyectaba el veneno que el escritor aprendió a introducir a la vena desde su agudo talento literario.
"La izquierda se nos muere joven, la derecha se nos pudre viva". Nunca olvidé esta frase, porque es cierta. Tristemente cierta.
Una vez lo vi en el Cementerio General, finalizaba una marcha por los Derechos Humanos y el broche de oro fue el "guanaco" que adentro del recinto lanzaba su chorro de agua hedionda a mierda mezclada con químicos lacrimógenos para disolver a la gente que exigía justicia. Lemebel y el grupo de los que quedamos en ese sector observando el show policial, sostenía un cigarrillo y mientras exhalaba el humo, movía la cabeza en ambos lados diciendo "Pacos de mierda...no tienen ningún respeto".
La partida de este escritor develó algo muy cierto respecto del famoso Premio Nacional de Literatura. Una vez mas es elegido el que está más cercano a la política de turno, pues el reconocimiento popular no vale de mucho en medio de la coima político-burócrata pseudo literaria. Lemebel llegó para quedarse en el corazón del pueblo, pues aunque suene populista o cursi y como lo reconoció la Presidenta Bachelet: "Pedro Lemebel fue un luchador de su pueblo". Y tiene razón. El mismo pueblo que acompañaba en el comedor de Fray Andresito en Recoleta, a una cuadra de la Vega Central. O quienes lo escuchaban en Radio Tierra. O quienes lo leímos en sus libros, en mi caso "De Perlas y Cicatrices".
Se fue un escritor importante. Lejos de la cursileria servil con resaca europea de los Zuritas, los Skármetas o esa mercachife siútica llamada Isabel Allende. No se necesitan escritores como ellos en Chile, pero lamentablemente sobran y siguen cafichando al gobierno de turno llevándose en vida los premios para seguir llenando su cuenta corriente. 
Lemebel vivió siempre en Chile, dentro de la realidad, no me lo imagino escribiendo sentado en un avión mirando el desierto y los valles floridos que muchos ocuparon para embellecer su mediocre prosa o poesía.
Repito. Se fue un escritor importante. 
Chile queda hoy (en medio de tanta desgracia social) con una pata menos. 
Nos queda su obra.

Pedro Lemebel 1952 - 2015.