domingo, 1 de febrero de 2015

CICATRICES Y PERLAS. PERLAS Y CICATRICES. PEDRO LEMEBEL.




El día 3 de octubre de 2005 fallece Eric Maluenda. Uno de los integrantes históricos y más populares del grupo Illapu. En ese contexto el día de su velatorio, aparece Pedro Lemebel en la pantalla de la caja idiota declarando esta certera frase: "Es lamentable como la izquierda se nos muere joven mientras que la derecha se nos pudre viva". Y claro, el mismo año y seis meses antes, había fallecido Gladys Marín, su gran amiga. La frase entonces, sintetizaba la pérdida e inyectaba el veneno que el escritor aprendió a introducir a la vena desde su agudo talento literario.
"La izquierda se nos muere joven, la derecha se nos pudre viva". Nunca olvidé esta frase, porque es cierta. Tristemente cierta.
Una vez lo vi en el Cementerio General, finalizaba una marcha por los Derechos Humanos y el broche de oro fue el "guanaco" que adentro del recinto lanzaba su chorro de agua hedionda a mierda mezclada con químicos lacrimógenos para disolver a la gente que exigía justicia. Lemebel y el grupo de los que quedamos en ese sector observando el show policial, sostenía un cigarrillo y mientras exhalaba el humo, movía la cabeza en ambos lados diciendo "Pacos de mierda...no tienen ningún respeto".
La partida de este escritor develó algo muy cierto respecto del famoso Premio Nacional de Literatura. Una vez mas es elegido el que está más cercano a la política de turno, pues el reconocimiento popular no vale de mucho en medio de la coima político-burócrata pseudo literaria. Lemebel llegó para quedarse en el corazón del pueblo, pues aunque suene populista o cursi y como lo reconoció la Presidenta Bachelet: "Pedro Lemebel fue un luchador de su pueblo". Y tiene razón. El mismo pueblo que acompañaba en el comedor de Fray Andresito en Recoleta, a una cuadra de la Vega Central. O quienes lo escuchaban en Radio Tierra. O quienes lo leímos en sus libros, en mi caso "De Perlas y Cicatrices".
Se fue un escritor importante. Lejos de la cursileria servil con resaca europea de los Zuritas, los Skármetas o esa mercachife siútica llamada Isabel Allende. No se necesitan escritores como ellos en Chile, pero lamentablemente sobran y siguen cafichando al gobierno de turno llevándose en vida los premios para seguir llenando su cuenta corriente. 
Lemebel vivió siempre en Chile, dentro de la realidad, no me lo imagino escribiendo sentado en un avión mirando el desierto y los valles floridos que muchos ocuparon para embellecer su mediocre prosa o poesía.
Repito. Se fue un escritor importante. 
Chile queda hoy (en medio de tanta desgracia social) con una pata menos. 
Nos queda su obra.

Pedro Lemebel 1952 - 2015.

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