domingo, 21 de diciembre de 2014

30 AÑOS DE LA VOZ DE LOS ´80


El 13 de diciembre de 2014 se cumplieron 30 años de uno de los discos más importantes del rock chileno. La voz de los ´80 de Los Prisioneros.
Pero ¿por qué un disco puede llegar a ser importante para los ciudadanos de un país?
 
Este es uno de los pocos casos en que se produce un verdadero golpe a la cátedra. Aquí no importa lo docto, no importan los gallos de Jorge González cuando grita. Aquí lo importante es la propuesta llena de genialidad, de rabia e ironía para una juventud ignorante y carente de expectativas. Si, la juventud -por esos tiempos de militares- estaba sometida oficial y ferozmente a la mordaza cultural pero que no logró opacarla porque "abrió los ojos y se puso de pie", como señala el tema homónimo del disco.
Hoy la mordaza es a través de la tarjeta de crédito. Pero mordaza al fin.
 
No se puede dejar de lado la importancia antropológica de esta música. Después de Los Prisioneros muchos quisimos se rockeros. Si gente así podía -gente que usaba zapatillas North Star- nosotros también podíamos.
 
Debe haber sido entre septiembre de 1985 o febrero de 1986 la primera vez que los escuché. La noticia de los 30 años del disco me obligaron a recordar y me encontré con una imagen de atardecer en el campo, en una localidad llamada "Las Arañas" que está cerca de la comuna de Chépica, al lado de Nancagua, mi pueblo natal, en la provincia de Colchagua en la VI Región.
 
Un camino de tierra, el sol cayendo, humo de carbón sobre mi cabeza y desde una cercana casa de adobe salía la música. ¿Quién mató a Marilyn? Paramar, No necesitamos Banderas...tiempo después comprendí que el caset lo habían dado vueltas y estaba comenzando por el lado B.
Este recuerdo está cercano a los 30 años. Yo tenía 11 de edad.
 
Con el revival que produjo "Corazones" a principios de los ´90s, EMI reeditó los tres caset antecesores "La voz..."el genial segundo disco "Pateando Piedras" y la extraña "Cultura de la basura" y ahí recién pude sentarme de manera más consciente a oír las geniales letras de "Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos" y "No necesitamos Banderas".
 
Sin duda, dos canciones llenas de contenido social que hasta hoy siguen resultando tan vigentes y útiles como lo fueron en un inicio.
 
Más que cambiar un país, cambiaron conciencias.
Gracias Prisioneros.