sábado, 29 de julio de 2017

Vicente Huidobro por Volodia Teitelboim

 
 
 
Huidobro, la marcha infinita (1993) es la biografía del poeta  narrada por Volodia Teitelboim (1916-2008).
Maravilloso libro e historia de este poeta alejado del sentir popular por tratarse de un hombre hijo de la oligarquía chilena. Aún en Chile muchos creen que Vicente Huidobro es europeo. No lo comparemos con Neruda. Menos con Gabriela Mistral. Tampoco con De Rokha (nuestro poeta PUNK) porque cada uno de ellos desarrolló su propio objetivo intelectual y por supuesto nada tienen en común el uno y el otro.
En Chile tenemos poetas de peso. Palos gruesos. Metales pesados. No hay ninguna duda.
Escribo en especial porque al terminar la marcha infinita tengo dos objetivos.
1. De Volodia ya he leído dos libros. El primero "Noches de Radio" en el cual narra algunas de sus experiencias cuando transmitía "Escucha Chile" desde Radio Moscú Internacional. Aquí hay un capítulo muy hilarante que narra cuando Pinochet a través de Radio Nacional trató de hablar en ruso para que lo escucharan allá en el Kremlin.
Leer a Volodia Teitelboim es como leer música en redondas o blancas. Un lenguaje utilizado en la primera mitad del siglo XX. Pausado y correcto sin caer en lo coloquial pero tampoco sobrepasado por el aspecto señorial . Con ambos textos ya leídos me acerco a su libro "Hijo del Salitre".
¿Puedo considerarme preparado?
Creo que sí.
2. Con "La Marcha Infinita" me introduzco a la poesía de Vicente Huidobro. Para mi es necesario conocer esos acertijos huidobrianos. También Volodia conoció a Huidobro. Estuvo cerca de él cuando regresó a Chile en los albores de la segunda guerra mundial.
Quedo pendiente con las biografías de Neruda y Mistral pues Volodia los conoció a todos.
El hombre sabe de lo que escribió.
Ya llegará el momento.
 


martes, 18 de julio de 2017

ANDY WARHOL, 15 MINUTOS A LA PASADA.






Hace tres semanas pasé al Centro Cultural Palacio de La Moneda a mirar la exposición de Andy Warhol. Y lo hice antes del mediodía porque es gratis. Obvio.
Ahí estaban los íconos pop. Desde Miguel Bosé y Mick Jagger hasta la famosa Marilyn Monroe que en este contexto pasa a ser como "La Gioconda" en medio de todo este universo colorinche.
No soy ni pretendo ser - aclaro- un crítico de arte. Soy más bien un simple interesado en las artes visuales y gráficas.
Me encantó el cuadro de Liz Taylor y el Mao verde de la serie Mao. Geniales. Apreciar el arte es una experiencia subjetiva.
Y lo demás en lo personal, no me gustó. Debe haber sido la sobrecarga de colores y los rostros que se vuelven a repetir en todos lados.
Andy Warhol es una estampa del capitalismo, el cual el artista siempre defendió y fue su paladín.
No recuerdo haber visto el plátano del disco de los Velvet Underground y Nico.
Para otra vez será. En fin.