sábado, 1 de septiembre de 2012

SOBREVIVIR CON SEIS PATAS

A mediados del mes de agosto paseando por el Parque O'Higgins y aprovechando el día con un hermoso sol de invierno junto a un cielo lleno de colores gracias a los primeros volantines de la época, aparecieron ante mis ojos estos dos perros callejeros.
Pongámosles el "Café" y el "Negro".
Al Café, en segundo plano, le faltaba su pata delantera izquierda. El Negro, adelante, cojeaba con su pata delantera derecha, pero la mantenía pegada a su cuerpo, como en la foto de arriba.
Aparecieron juntos por el camino del parque, los vi llegar y me pareció una imagen digna de película de Fellini.
Los que estábamos ahí nos quedamos mirando impresionados a esos "amigos" que es de suponer un día se encontraron y optaron por alivianar su desgracia de estar amputados de una pata.
Me imagino un diálogo.
¡Oye! ¿Y qué tal si somos compañeros? Y así la vida se nos hace más fácil, total, seis patas caminan mejor que cuatro y solas.
¡Tienes razón amigo! Sigamos juntos.
Los niños que estaban ahí se acercaron a hacerles cariño y darles dulces. Los perros jugaban con ellos, recibían sus caricias y en ningún momento ladraron o mostraron recelo hacia los pequeños bípedos.
Luego siguieron su ruta. A buscar comida o buscar algún lugar para dormir.

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